ESPECIAL
DE GEOTERAPIA

Las Diferentes
Arcillas
La arcilla es una roca
sedimentaria, encontrada por lo general en yacimientos explotados a cielo abierto.
Se forma a partir de
la erosión de otras rocas, que la mayoría de las veces, es el granito. El
mineral fundamental de la arcilla es regularmente el silicato de aluminio hidratado,
el cual es también uno de los componentes celulares más importantes, y le
otorga su elasticidad y plasticidad. Asimismo, encontramos en ella otros silicatos como
feldespato, micas, talco, clorita, caolinita, montmorillonita, angita, anfibol,
olivino. No obstante, algunas contienen otros elementos.
Aparte del silicato,
básicamente la arcilla se compone de diferentes minerales y oligoelementos,
dentro de los que cabe mencionar al silíce, el hierro, el magnesio, aluminio,
titanio, fosfato, calcio, sodio, potasio, manganeso, zinc, azufre, cal, óxido
de hierro y óxidos alcalinos, cuarzo, ópalo, diáspero e hidrargilita, magnetita, apatita,
circonio y titanita.
Cada uno de estos
componentes cumple acciones particulares y tiene diferentes efectos en nuestro
organismo. Por ejemplo, el silíce funciona como agente antitóxico y remineralizador y ayuda a la regeneración de tendones y piel, además de actuar
sobre los terrenos óseo, nervioso, vascular y respiratorio, por lo que es
ideal en casos de sangre viciada, de reumatismos, de arteriosclerosis, de artrosis, de tuberculosis y para curar rápidamente las fracturas, siendo además
el sílice un verdadero cemento para las células.
El hierro favorece la circulación, permite la producción de glóbulos rojos y
colabora con la oxigenación de todo el cuerpo. El magnesio promueve el
crecimiento de los huesos y la regeneración celular, funciona como antiséptico
y antioxidante, drena el hígado, es estimulador biliar y contrarresta el
estrés. El calcio fortalece los huesos, dientes y tendones, y es necesario para
la coagulación sanguínea y la regulación del sistema nervioso. El sodio
controla el nivel de los líquidos en el organismo junto con el potasio y el
cloro. El manganeso es constitutivo de muchas enzimas e interviene en los
procesos antioxidantes de nuestro cuerpo, así como en la producción de
energía. El zinc es fundamental para el buen funcionamiento del sistema
inmunológico, el crecimiento y la formación de tejidos.
La composición
química de la arcilla varía según sea su origen y sus componentes cambian
cuantitativamente, por lo que su conjunto químico -que se manifiesta en
coloraciones diferentes- será determinante para el uso que se le dé a cada
tipo de arcilla.
El criterio más
común para catalogar las arcillas depende de su coloración. De esta forma,
tenemos la arcilla blanca o coalinita, la cual se caracteriza por sus acciones
antibacteriana, antiinflamatoria y cicatrizante; es protectora de la mucosa
gástrica e intestinal, disuelve las fermentaciones y absorbe las toxinas por lo
que contrarresta la inflamación de vientre y la intexicación por alimentos,
posee un efecto de arrastre lo que le permite contrarrestrar el estreñimineto,
y sirve como reguladora del ph o nivel ácido del organismo. Lo más corriente
es aplicarla en forma externa ya sea en cataplasmas, emplastos o mascarillas.
Además, se recomienda como enjuague bucal y como polvos similares al talco para
los bebés.
La arcilla roja, por
su parte, le debe su tonalidad al alto contenido de óxidos e hidróxidos de
hierro. El silicato de alumino funciona como antiácido de acción local
astringente. A la vez, esto se contrarresta por el silicato de magnesio que
posee un efecto purgante y neutralizante de la acidez gástrica, posibilitando
la eliminación de pepsinas, toxinas bacterianas, productos de putrefacción y
tóxicos alimenticios. La atapulgita, también hayada en variedad blanca o
verde, debido a un fuerte poder absorbente se utiliza en curas gástricas, en
casos de úlcera estomacal, gastritis y colitis.
Por último, la
arcilla verde posee un alto contenido de magnesio, contiene silicio, potasio,
sosa, cal, fosfatos, óxidos de hierro, aluminio, manganeso, magnesio y titanio.
De esta arcilla, la de mejor calidad es la bentonita o montmorillonita, la cual
puede de igual forma ser gris o parda. Como sus principales efectos se le
conocen su capacidad desintoxicante, remineralizante y es en extremo absorbente.
Por ello, se le utiliza para drenar ya sea líquidos o impurezas y toxinas.
Disminuye la inflamación en esguinces, luxaciones, traumatismos y contusiones,
sobre todo la illita, rica en calcio y escasa en magnesio.
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