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SALUD: Dietas

    Delgada en la Oficina

 

Las personas que trabajan en restaurantes, tiendas, escuelas o demás empleos en los que tengan que estar de pie o caminando, tienen una gran ventaja a la hora de hacer una dieta sobre las personas que estan sentadas todo el día: aparte de disminuir o controlar las comidas, casi siempre están en movimiento.

Aunque es cierto que cualquier dieta se debe complementar con ejercicios, no quiere decir que porque trabajas en una oficina y estés todo el día sentada, ya no te va a funcionar. La solución es muy simple: debemos consumir menos calorías de las que vas a gastar.
Esto es difícil pero no imposible. Todo depende de tu fuerza de voluntad y las ganas que tengas de mantenerte en tu peso o disminuir un poco.

Intenta hacer ejercicio en el tiempo de trabajo. Con esto no te estamos diciendo que saques una pesas en media oficina; sino que realices cosas que te mantengan activa sin que afecten tu trabajo: Sal a caminar unos diez minutos luego del almuerzo; si tienes que comprar comida no la mandes a traer por Express, ve a comprarla tu misma, baja y sube las escalares al menos tres veces en el día, etc.

El llevar el almuerzo de tu casa es beneficioso tanto para tu salud como para tu bolsillo. Si sales a comer a un restaurante comerás muchas más calorías que las que tiene tu “almuerzo casero”. Si decides ir a otro lugar, consulta primero el valor nutricional de cada plato. (ver “Come sin Engordar”).

Un enemigo terrible de las personas que trabajan en la oficina es el escritorio con gavetas enormes. Esto porque la mayoría del tiempo dichas gavetas parecen una despensa: chocolates, galletas, frituras, dulces, chicles y hasta bebidas gaseosas. Guarda tu merienda (algo sano: una manzana, una barra de cereal, un yogurt) en otro lado. Los dulces y demás puedes dejarlo en casa y comerte algo así cada tres días. Si el problema está en que necesitas estar masticando algo para no estresarte (eso ocurre mucho), compra unos chicles sin azúcar.

Explícale a tus compañeros más cercanos que estás haciendo dieta, así ellos te apoyarán y no te presionarán para que comas algo que se salga de tu dieta (en muchos trabajos se acostumbra “intercambiar” comida durante el almuerzo). Verás que aparte de sentirte apoyada, a ellos también les entrarán ganas de hacer dieta.

Tomar agua es muy importante para tu salud, además, te ayudará mucho con la dieta. Es por esto que debes tener una botella llena de agua en tu escritorio, y llenarla cada vez que se acabe. Cuando te des cuenta ya te habrás tomado mucho más de los ocho vasos que se recomiendan diariamente. Otra ventaja de esto, es que tendrás la impresión de estar llena.


Aunque es muy difícil porque hay muchas cosas que hacer (estudio, niños, tareas domésticas, etc.), intenta sacar un tiempo para hacer ejercicio en la noche, aunque sean unos quince minutos antes de irte a la cama.

No te desanimes por no poder estar todo el día moviéndote; vigila y ten control sobre los que comes y verás estarás radiante tanto por dentro como por fuera.

  

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