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CULTURA:
Huellas de Mujeres
GABRIELA MISTRAL
Nacida en la ciudad de Vicuña en
Chile, el 7 de abril de 1889, bajo el nombre de Graciela Godoy Alcayaga. Adopta
el seudónimo “Gabriela Mistral” por su admiración en la obra de Gabriel
D’Annunzio y Fréderic Mistral. Su madre era una modista llamada Petronila
Alcayaga, y del preceptor Juan Godoy. Su padre abandonó a la familia cuando
Gabriela tenía 3 años, por lo que toda responsabilidad económica cayó sobre su
hermanastra, quien trabajaba como maestra.
Estudia para maestra, oficio en el cual se inicia desempeñando funciones en las
escuelas rurales. En 1904 es nombrada monitora (ayudante) en la Escuela de La
Compañía Baja. En ese mismo año envía colaboraciones al diario El Coquimbo.
Trabaja como maestra en La Cantera, cerca de Coquimbo, en 1909 se desempeña como
maestra en la escuela Los Cerillos. Ya para 1910 valida sus estudios en la
Escuela Normal Nº1 de Santiago obteniendo el título de Profesora de Primaria,
otorgado en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.
El 12 de diciembre de 1914 ganó el concurso de literatura de los Juegos
Florales, por sus “Sonetos de la Muerte”. En 1922 vivió en Chile donde ejerció
la docencia en una serie de puestos desde la ciudad de Antofagasta en el norte,
hasta el puerto de Punta Arenas en el extremo sur, donde dirigió su primer
liceo. Fue directora también en Temuco y Santiago. En 1922 fue invitada por el
gobierno de México para poner en marcha las nuevas reformas educacionales. En
1923 el Consejo de Instrucción Primaria, le concede el título de Profesora de
Castellano.
Debido a la muerte de su madre en 1929, Gabriela Mistral le dedica la primera
parte de su libro “Tala”. En 1938 colaboró en la campaña electoral del Frente
Popular, que llevó a la presidencia a un amigo suyo de la juventud: P. Aguirre
Cerda. En 1945 tuvo el honor de recibir de manos del Rey Gustavo V de Suecia, el
Premio Nóbel de Literatura. Con esto se convierte en el primer literato
latinoamericano en ser premiada con el Nobel. En 1947 recibe el Doctorado
Honoris Causa del Millis Collage of Oakland. Para el año de 1951 regresa a su
país a recibir el Premio Nacional de Literatura.
En 1953 se le nombra Cónsul de Chile en Nueva York. En 1954 regresa a Chile y se
le tributa un homenaje oficial. Luego de esto regresa a los Estados Unidos.
Fallece el 10 de enero de 1957, en el Hospital General de Hempstead, Nueva York.
Sus restos reciben el homenaje chileno declarando tres días de duelo
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