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ACTUALIZACIÓN
MENSUAL (Cuarto Viernes)
Un Refugio Especial
Todas las mujeres
necesitamos un espacio donde sentirnos cómodas, ser nosotras mismas, sin
máscaras, y dónde podamos disfrutar de nuestra intimidad a gusto.
Para eso es importante que
tu casa o tu apartamento tenga un rinconcito donde te refugies de la gente, de
la vida, de los problemas, y de las tensiones, sobre todo en esos momentos en
que parece que el mundo te persigue.
Este refugio debe servir
también para disfrutar de una tarde lluviosa contigo misma, y hacer las cosas
que más te gusta hacer.
Con estos objetivos en la
mente, puedes diseñar ese lugar tan tuyo. Primero, no se necesita un espacio
muy grande, pero sà debe lograr transmitir tranquilidad. AsÃ, asegúrate de
pintar las paredes de color blanco o elegir tonalidades pastel, que refresquen
tu vista.
Con respecto a los muebles
lo fundamental es tener gabinetes y repisas por todo lado para que siempre
tengas a mano todo lo que necesitas, y el lugar luzca ordenado. Los sillones
deben ser amplios y suaves, para que puedas descansar realmente y te sientas
como en las nubes.
En los gabinetes puedes
poner desde tus libros favoritos, hasta tu computadora. Además, no puede faltar
un pequeño televisor donde puedas disfrutar de los programas que más te
gustan. También puedes poner adornos y fotos familiares que le dan calidez al
lugar.
Para que una estancia sea
verdaderamente acogedora requiere tener -además de objetos personales- algunas
obras de arte, que para que no gastes mucho dinero pueden ser reproducciones o
serigrafÃas. Elige según tu gusto, pero recuerda que se ve mejor, si el cuadro
combina con los colores de la habitación.
Otro elemento que no
puede faltar en un refugio privado son las plantas, que además de imprimirle
personalidad y mucha frescura, le dan con su energÃa un toque de vida a la
habitación, y generan buenas vibraciones.
Cuando te decidas verás
que útil resulta tener un rinconcito asÃ, donde puedas huir de la humanidad,
recrear tu espÃritu con un buen libro, entrenarte con la televisión, escuchar
música relajante, o incluso invitar a tus amigas más cercanas a un delicioso
té.
De igual manera, puedes
invitar a tu pareja a compartir este retirado lugar, y disfrutar de una velada
muy romántica con botella de vino y velas.
Asà que qué estás
esperando, ve y construye tu propio refugio, verás que luego no querrás salir
de él.
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