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BELLEZA: Artículo

Mitos acerca del Cabello

    El saber popular establece siempre varias creencias acerca de casi cualquier tema, y muchas veces tales creencias son fundadas y resultan muy sabias, pero otras no.

    Cuando las creencias no son ciertas y la gente las cree, se corre el peligro de que en lugar de ayudar más bien sean perjudiciales. Por eso es importante conocer los mitos, y saber cuándo encierran algo de verdad cuándo son infundados.

    El cuidado del cabello no ha sido una excepción, y todas habremos escuchado, por ejemplo, que hay que cepillarlo cien veces para que brille y cosas por el estilo. Para evitar que te dañes el pelo, y sepas cómo cuidarlo realmente, debes sabes cuáles de esos mitos son verdaderos y cuáles son falsos.

    Se ha dicho como ya dijimos, que es necesario peinar el cabello 100 veces antes de acostarse para estimular el cuero cabelludo y para que quede más brillante, pues así se distribuye la grasa natural del cabello. Además, se piensa que de esa forma se retira la suciedad.

    Esto no es cierto. Si se cepilla tantas veces, se acelera la caída del cabello que se encuentra en la última fase de crecimiento. Por otro lado, en lugar de estimular las células, más bien puede causar irritación y maltrato en el cuero cabelludo, lo que provoca el surgimiento de la florcilla (horquilla u orzuela).

    Si buscas retirar las partículas de polvo y a la vez distribuir la grasa natural del cabello hasta la punta, pero sin que se dañe, sólo necesitas cepillarlo unas cuántas veces al día.

    Otro mito muy difundido es que si tienes el cabello grasoso, lo debes lavar todos los días para eliminarle la grasa y evitar que se vuelva más grasoso. Esto tampoco es realidad, de hecho sucede al contrario y el exceso de estimulación de las células del cuero cabelludo más bien provoca un exceso de grasa.

    De igual forma, se piensa que es dañino cepillar el cabello mojado. Esto es totalmente verdadero. Para desenredar el cabello después de lavarlo se recomienda utilizar un peine de dientes separados y gruesos. Cuando las fibras capilares están húmedas son más débiles y las hebras del cabello tienden a quebrarse y caerse. Además, aumenta la aparición de horquilla (orzuela o florcilla).

    Asimismo, la publicidad nos ha hecho pensar que entre más tiempo se deje actuar el acondicionador mayor efecto tendrá. Esto curiosamente es exacto. Si el acondicionador o enjuague está compuesto de proteínas, aminoácidos o panthenol, éstos se absorben mejor con más tiempo, y entonces hidratarán, alimentarán y protegerán más el pelo.

    También es cierto, aunque parezca una de las creencias menos serias, que aplicar cerveza sobre el cabello y exponerse al sol produce reflejos naturales y aclara el cabello. Esto ocurre porque la cebada -ingrediente fundamental de la cerveza- genera esta reacción al contacto con el sol. Sin embargo, el procedimiento no se recomienda debido a que lo reseca y en esa medida, aumenta la aparición de horquilla (orzuela o florcilla).

    Por mucho tiempo se ha creído que raparse el pelo es muy beneficioso, ya que hará que crezca más grueso, más sano y en mayor cantidad. Esto es todo un mito y no tiene ningún fundamento. Aún cuando el cabello recién nacido es más grueso,  sólo ocurre en la parte cercana al folículo, y cerca de las puntas es más delgado. Por eso, una vez que el pelo empieza a crecer después de rapado y se ve sólo la raíz pareciera que está más grueso, pero en realidad es igual.

    Tal vez, una de las creencias más importantes que se haya propagado y por cierto muy acertada, es el hecho de que las mujeres embarazadas no deben realizarse ningún proceso químico en su cabello, pues los productos pueden entrar en el torrente sanguíneo y resultar tóxicos para el feto.

    Ahora que tienes la información correcta, ya estás en capacidad de darle un mejor cuidado a tu cabello para tenerlo sano, brillante y muy llamativo. 



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