El Oficio de Vestirse
MarÃa Mercedes Carranza, Colombia
De repente,
cuando despierto en la mañana
me acuerdo de mÃ,
con sigilo abro los ojos
y procedo a vestirme.
Lo primero es colocarme mi gesto
de persona decente.
En seguida me pongo las buenas
costumbres, el amor
filial, el decoro, la moral,
la fidelidad conyugal:
para el final dejo los recuerdos.
Lavo con primor
mi cara de buena ciudadana
vista mi tan deteriorada esperanza,
me meto en la boca de las palabras
cepillo la bondad
y me la pongo de sombrero
y en los ojos
esa mirada tan amable.
Entre el armario
selecciono las ideas
que hoy me apetece lucir
y sin perder más tiempo
me las meto en la cabeza.
Finalmente,
me calzo los zapatos
y echo a andar, entre paso y paso
tarareo esa canción que le canto
a mi hija:
"Si a tu ventana llega
el siglo veinte,
trátalo con cariño
que es mi persona".
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