Para entender el Feng Shui, debe entenderse primero los términos que se utilizan para definir los elementos a tomar en cuenta. Así es importante distinguir que el lugar se refiere al punto específico del área en estudio, la localidad es todo aquello que circunda al lugar, el entorno son las cualidades buenas o malas de la localidad. Las cualidades se determinan por los rasgos del entorno perceptibles desde el lugar y que pueden ser naturales o hechos por el hombre. La orientación es la dirección con la que se encara el lugar y se define de preferencia con una brújula magnética.

Además, para representar los cuatro puntos cardinales y a las cuatro estaciones, el Feng Shui toma figuras de la astrología china. Así, la primavera y el Este están designados por Dragón, el Verano y el Sur por Pájaro, el Otoño y el Oeste por Tigre y Noreste e invierno por Tortuga.

Para mayor facilidad se sigue la siguiente equivalencia: Dragón-Derecha, Pájaro-Frente, Tigre-Izquierda, Detrás-Tortuga. La correspondencia con los pntos cardinales sólo ocurre cuando el frente de una construcción da hacia el Sur.

El uso de los puntos cardinales que hace el Feng Shui queda más claro si se aplican a una construcción específica. En un edificio el lado pájaro es el que tiene la entrada, la tortuga es el lado opuesto es decir la espalda del edificio, el lado Dragón estará a nuestra izquierda y el Tigre a nuestra derecha, siempre que la puerta esté hacia el sur.

Además es importante saber que cada animal del punto cardinal tiene su color, los cuales son Tortuga negra, Dragón verde, Pájaro rojo y Tigre blanco.

Siguiendo la explicación de los puntos cardinales, podemos decir que el Feng Shui indica que el mejor lugar posible para una construcción es en la que los cuatro símbolos: Dragón, Tigre, Pájaro y Tortuga son visibles. Si todos los símbolos no se hacen aparentes, se ve afortunado que sólo tres se vean, pero incluso sólo con el Dragón visible basta, pues este es el símbolo máximo del buen Feng Shui. 

El Dragón y el Tigre siempre coexisten y son complementarios. Además la existencia de uno asegura la presencia del otro aunque no sea evidente. Funciona igual que un imán que tiene necesariamente un polo sur y un polo norte.

Para definir el asentamiento ideal, es necesario tomar en cuenta su ubicación con respecto a los puntos cardinales, pero partiendo de la existencia o no del dragón y el tigre. Así, lo mejor es que la localidad se encuentre entre dos colinas, una al este y otra hacia el oeste. La colina oriental, que representa al dragón, debe ser más alta y escarpada que la occidental, la cual representa al tigre. Al norte o hacia la Tortuga, es mejor que haya montañas lejanas y muy altas y al sur, es decir hacia el pájaro es mejor que sea un espacio abierto, y de hecho se considera óptimo que haya una depresión. Por eso, los patios o jardines frontales que despejan la entrada Tortuga son muy propicios para el Feng Shui.

Es importante recordar que estos puntos referenciales son dependientes del lugar de donde se obtenga la perspectiva, así varían según el punto de vista que tengamos y puede ser aplicado en cualquier parte del mundo.

Cuando se analiza una localidad hay que asegurarse que la colina más alta corresponda al Dragón, pues eso lo hace dominante sobre los demás y proporcionará entonces un buen Feng Shui. Si la colina más grande corresponde al Tigre, el Feng Shui no será satisfactorio. Tradicionalmente, se dice que cunanto más se parezca una colina a un dragón real, mayores serán las influencias benéficas del Feng Shui. Y si bajo lo que se ha identificado como la boca del Dragón hay un estanque o arroyo, es lo más afortunado, pues el esto representa la imagen clásica del Dragón que saliva perlas, lo que indica que quien construya allí recibirá de seguro, riquezas y fortuna. 

Por otro lado, resulta arriesgado construir los rasgos que forman parte del dragón. Los árboles que delinean su forma son árboles Feng Shui y nunca deben talarse. Se considera como la calamidad más grande cortar las venas del Dragón, esto es los riachuelos o canales que lo recorren. Las casas o cualquier construcción que se eleve sobre estos terrenos, tendrá sus bases tan débiles como si estuvieran cimentadas sobre arenas movedizas. Como vemos las máximas del Feng Shui se basan en el sentido común. 

Por último, es importante decir que es muy favorable que una colina continúe detrás de la otra, pues esto es visto como el abrazo del Dragón y el Tigre.