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recrean el ánimo.
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CHILE
Este mes te
trasladamos a América del Sur, a las hermosas tierras de Chile,
ese país tan lleno de vida como toda Latinoamérica, pero que a la vez es muy
particular en su geografía y en su cultura. Es conocido por sus aires de gran
ciudad que acompaña con el rico calor humano de su gente. Sus tradiciones
indígenas siguen enriqueciendo a este pueblo grande e imponente como su capital
Santiago.
Un poco de historia:
A lo largo de 12.000
años la población de Chile se fue desarrollando, y para la llegada de
los españoles había diversos grupos de población. Dentro de éstos podemos
mencionar a los súbditos del Imperio Inca, que se ubicaban al norte, a
los Mapuches en el centro y el sur, y en el área austral, a los grupos Yaganes,
Alacalufes y Onas.
El primer español
que llegó a territorio chileno fue Diego de Almagro y lo hizo en el año
1536. Posteriormente, en 1541, Pedro de Valdivia se internó
verdaderamente en el territorio y fundó las ciudades de Santiago, La
Serena, Concepción, La Imperial, Villarrica
y Angol.
Desde un inicio, el
sistema económico se basó en la minería, la agricultura y la ganadería,
complementado con un intenso comercio entre Valparaíso y El Callao,
Perú, así como entre Santiago y Buenos Aires, Argentina.
El Chile
colonial se diferencia del resto de Hispanoamérica por las duras y
especiales circunstancias que le tocó vivir. La Guerra de Arauco,
los estragos que hicieron los piratas y varios terremotos moldearon la
personalidad y el carácter nacional de los chilenos.
Su independencia se
declara en 1818, y hasta 1830 Chile sufre el proceso de formación
política. La época republicana se inicia gracias a la labor del estadista Diego
Portales, y a lo largo de su historia este país ha renovado, y adecuando
a las épocas, su Estado con tres Constituciones Políticas, en
1833, en 1925, y en 1980. De ahí que su desarrollo sea constante en todas las
áreas fundamentales para la estructuración de una nación siempre comprometida
con el progreso y la estabilidad.
Datos geográficos y más:
Su geografía y clima
son muy disímiles y extremadamente particulares. Para describirlos, sólo
podemos pensar en el contraste, pues su territorio posee desiertos, altas
cumbres, grandes llanuras y pampas, como también encontramos hielos polares.
Chile se ubica
al extremo sudoeste de América y limita al norte con Perú, con Argentina
y Bolivia al este, con el Océano Pacífico al oeste y con
el Polo Sur. Su superficie es de 756.626 km² por lo que
resulta impresionantemente grande y esto sin contar el territorio antártico
chileno. Su suelo está conformado por la depresión entre la Cordillera de
los Andes y la Cordillera de la Costa y se divide en cinco grandes
áreas.
El Norte Grande,
ocupa alrededor de un tercio de la totalidad del territorio, y es donde se
ubican los desiertos con poca densidad poblacional. Entre los pocos centros de
población podemos mencionar Arica, Iquique, Antofagasta (el
desierto más árido del mundo), Calama (que queda en los oasis), y Azapa.
El Norte Chico es
una región de mayor vida vegetal y con un rango mayor de lluvias. En el
interior de los valles agrícolas y cerca de los muchos ríos encontramos los
pueblos como La Serena, Vicuña, Coquimbo, Caldera y
Vallenar.
La tercera gran zona
sería el Valle Central, el territorio más fértil de todo Chile y donde
se dan las cuatro estaciones bien diferenciadas. Es aquí donde la población es
mayor: Santiago cuenta con 8.000.000 de habitantes. Dentro de las
ciudades más importantes podemos destacar Valparaíso, Viña del Mar,
ambas con un gran desarrollo turístico; Talcahuano, importante
puerto y base naval; Concepción, ciudad industrial y universitaria y Rancagua,
que queda cerca de El Teniente, la mina de cobre más grande del mundo.
 La Zona Sur
totalmente
húmeda y de clima muy templado. En esta área, encuentras volcanes activos,
vastas praderas, grandes ríos y lagos, donde se localizan la mayoría de los
centros de población. Sus ciudades más importantes son: Temuco, Valdivia,
Osorno y Puerto Montt. Además, posee las impresionantes e
inaccesibles selvas de la Coordillera de Nahuelbuta y de Los Andes.
Por último está la Zona
Austral o de los Canales, que se extiende desde la Isla Grande de Chiloé
hasta las Islas Diego Ramírez en Cabo de Hornos. Su clima es
marítimo lluvioso y templado lluvioso. Su concentración poblacional es poca.
Se destacan las ciudades de Castro, Cohiaique y Punta Arenas.
A parte de estas
zonas, Chile tiene el territorio de la Antártica y algunas islas.
Los puntos de mayor
interés turístico son tantos y tan hermosos que nos es difícil seleccionarlos
para hacer mención de ellas, pero esperando no dejar por fuera algo importante
empezaremos por tomar en cuenta las islas, pues estas son básicas en el
desarrollo del turismo chileno. Por ejemplo, la Isla de Pascua no sólo
es inigualable en belleza sino que ofrece un gran interés histórico, pues es
rica en elementos arqueológicos, como los moais; las gigantescas
estatuas de piedra; los petroglifos y los santuarios, que
son evidencia de una cultura mágica y misteriosa. Más cerca del continente, se
ubica el archipiélago de Juan Fernández, que ofrece una gran variedad
de langostas de extensiones sorprendentes.
Los parques
nacionales son un atractivo imprescindible y numeroso en Chile. Los más
destacables son: el Parque Nacional del Lauca, donde resaltan sus
volcanes nevados, el patrimonio cultural de sus indígenas, los geisers del
Tatio y los salares. Luego puede tomarse en cuenta el Valle del
Elqui, donde se encuentran los observatorios astronómicos de los cerros
Tololo, La Silla y Las Campanas, pues el cielo de esta región
es uno de los más limpios del mundo. Una parte de la atractiva Isla
de Chiloe es parque nacional y ahí el turista puede disfrutar de una
cultura tradicional y folclórica y de una geografía maravillosa.
Además, el viajero
puede encontrar en Chile toda clase de diversiones: por un lado puede
esquiar en las nieves blanquísimas de sus montañas, navegar por sus furiosos
ríos y plácidos lagos, pescar, ver fauna y flora de una belleza impresionante,
ir a sus extensas y cálidas playas, y casi cualquier diversión ecológica o
natural, por otro lado, se encontrará toda la vida nocturna de una ciudad
desarrollada. Otro elemento de atracción es toda su artesanía auténtica, que
muestra lo numerosa que es todavía la población indígena chilena.
Si prefieres los
climas más extremos y las tierras más inóspitas, puedes optar por los tours
que te llevan por toda la zona austral, donde puedes visitarel Estrecho de
Magallanes, el imponente Cabo de Hornos y el casi incólume Continente
Antártico. Si lo que quieres es especialmente diversión,
alegría y mucha
vida no puedes faltar al balneario de Viña del Mar, o al puerto
principal Valparaíso.
Chile ofrece
maravillas como los tótemes mapuches, la Iglesia de Guacollo, la Iglesia
de Caspana (en la I región), Chiu-Chiu, Toconao y Parinacota:
tesoros donde se funden el cristianismo moderno y la antigüedad de otras
culturas como la grandiosa Inca, Pucarás y otras. Su herencia
cultural también incluye una gran tradición europea, ubicada más bien en el Valle
Central, donde puede encontrarse edificios de arquitectura colonial, del
siglo pasado cuando la plata y el salitre tuvieron su auge.
Otros lugares que no puedes dejar de visitar son: El Museo Nacional
de Bellas Artes, el Museo Arqueológico de Atacama, el Museo de
Arte Precolombino, la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, La
Biblioteca Nacional, El Parque Forestal, y Bellavista gran
zona bohemia donde se reúnen los artistas y hay gran ebullición nocturna.
Además, Chile
ofrece diversos festivales, de los cuales el que más destaca es el Festival
de Santa Lucía. Y una atracción que no puedes dejar pasar es el Valle
del Elqui donde se encuentran los famosos viñedos que le dan la reputación
a Chile por sus buenos vinos.
En realidad, Chile
es tan encantador que te atrapará tanto que tal vez puedas volver a tu país,
pero un pedacito de tu alma se quedará aquí en tierras chilenas, donde se unen
lo tradicional de culturas antiguas con lo contemporáneo de nuestra
civilización actual.
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