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HOGAR: Mascotas

NO AL BAÑO, SÍ A LA LIMPIEZA

    Cuando un cachorrito llega a nuestra vida, es factible que no esté muy aseado por descuido del criadero donde nació, o falta de cuidado en la tienda donde lo adquirimos.

    A penas nace un cachorro, su madre lo acicala a punta de lamidas cariñosas, que no sólo lo limpian y le quitan las bacterias sino que le dan mucha seguridad. Pero, después es separado de su madre, y aunque él mismo lo intenta su limpieza no es muy profunda. Es por esto, que nuestro querido amiguito tenga mal olor, o no se vea muy llamativo que digamos.

    Esto tiene arreglo, pero un baño no es la solución. El cachorrito está muy joven para someterlo al baño, puede enfermarse o perder la grasa natural que hace que el pelo le brille más. Por otro lado, si está en período de vacunación no se puede bañar. La opción es lavarlo con un champú en seco, específico para cachorros. Hay muchas marcas en el mercado y todos traen sus instrucciones.

    Las zonas a las que hay que prestarle más atención son: las orejas, los ojos y los dientes. Vamos por partes. Limpiar las orejas es importantísimo, porque sino se expone a nuestro compañero a infecciones que pueden llegar a ser muy graves como la otitis. Lo que debes hacer, es sostener la oreja del cachorro con ambas manos, voltearla y limpiar la parte interior con una esponjita específica para este uso. No utilices los hisopos o aplicadores de algodón, esto es muy peligroso porque no sabrás hasta dónde debes introducirlo sin dañar alguna parte del oído. Si tu cachorro es de orejas largas, la limpieza debe ser semanal, pero si las tiene levantadas, con que lo hagas cada tres semanas bastará.

    Para mantener sus dientes sanos y sin sarro, así como su aliento, es básico que coma concentrado seco. A los dos meses y medio ya debe estar acostumbrado a este alimento. Por otra parte, si quieres puedes complementar la limpieza, lavándole los dientes con cepillos y pasta de dientes especial para perros cachorros, que puedes conseguir en cualquier veterinaria.

    Por último, es importante eliminar las lágrimas secas que quedan en el pelaje alrededor de los ojos, pues sino terminarán por irritar la piel.  Para esto ocupas gasa esterilizada, suero fisiológico (se consigue en cualquier farmacia), o puedes utilizar una solución de agua hervida con sal. Es recomendable que realices esta limpieza cada semana, en perros de pelo corto, y en los de pelo largo a diario. La limpieza debes hacerla con mucha suavidad pues sino no se dejará.

    La limpieza es sinónimo de salud, así que saca tu tiempo, pasa más rato con tu mascota, y tenlo limpio. Así te garantizarás un perrito sano y agradecido.



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