CULTURA:
Grandes Mujeres
BETTE DAVIS
El cine
tiene la particularidad de hacer famoso a quien desea. Y más aún: puede también
elevarlo al pedestal de sÃmbolo generacional y transformarlo en objeto del deseo
y admiración de sus seguidores. En los principios del cine, Hollywood
utilizó el estandarte del glamour y la opulencia para convertir a los
actores y actrices en estrellas, y asà garantizarse copiosas taquillas. Este
fue el denominado Star
System.
Actualmente, el mercado y el entertainment, han sustituido al Star
System, pero en aquel tiempo actores como
Lionel Barrymore,
Rodolfo Valentino,
John Gilbert,
Greta Garbo,
Marlene Dietrich
y muchos más, eran intocables. Se convirtieron en iconos, sÃmbolos
de una etapa de esplendor y luces en Hollywood. Una de
esas luces fue
Bette Davis.
Ruth
Elizabeth Davis nació el 5 de abril de 1908, en Lowell, Nueva Inglaterra; y falleció el 6 de octubre de 1989 en Neully-sur-Seine, Francia.
Estudió en varias escuelas de danza, pero en la que más sobresalió fue en la
Mary Arden School of Dancing. En cuanto al área dramática, estudió en la John Murray
Anderson's Acting Dramatic School de Broadway, en Nueva York. Su padre fue un abogado de suave carácter y su madre una mujer
absorbente y posesiva que nunca le dio cariño. Probablemente, esto influyó enormemente en la personalidad de la actriz, pues esa dureza la
reflejó casi siempre. Otro aspecto que pudo haber sido decisivo en su
aprendizaje, fue la extraña relación que
guardó, no sólo
con su madre, sino también con su hermana Bobby, la cual, debido a las
presiones de su hermana mayor y de su progenitora, enfermó mentalmente. De manera
curiosa, una hijastra de Bette también decayó psÃquicamente.
Si alguien la hubiera visto actuar en la obra teatral
The Famous Mr. Fair, en 1929, jamás hubiera pensado que
Davis se iba
a convertir en una actriz famosa. La citada obra de teatro fue un fracaso,
según cuentan, debido a la mala actuación de la debutante, tanto que esto le significó la hostilidad de George Cuckor. De igual manera, sus primeras presentaciones como bailarina le acarrearon
depresiones ya que, según cuentan sus biógrafos, en todas las compañÃas le decÃan que no tenÃa talento.
Asà fue como hizo varias pelÃculas
baratas hasta que en 1932, le dieron una oportunidad en una obra importante The Man Who Played God, pero el papel que
la llevarÃa totalmente al estrellato, serÃa el de la novia perversa, infiel y
cruel en
el filme Of Human Bondage, en 1934. Aquà mostró su
capacidad dramática, y fue a partir de este filme que adquirió la imagen de la
femme
fatale.
Al año siguiente, 1935, actuó en la pelÃcula que le
trajo su primer Óscar, Dangerous. Después de éste, vinieron varios
filmes no tan buenos y finalmente Jezebel, que le mereció su segundo
Óscar, en 1938. En este mismo año,
Bette se vio envuelta en un romance
escandaloso con Howard Hughes; que terminó casi al mismo tiempo que su
matrimonio, y cuando ya habÃa empezado otro romance con
William Wyler, recordado director de Ben Hur.
En el año 1941, ya muy deterioradas sus
relaciones con Wyler, filma de nuevo con éste, otro de los clásicos: The Little Foxes.
Ella, molesta con el director y quizá por venganza, decide cambiar
mucho el papel que le habÃan dado, lo que resultó magnÃfico.
Pero no
es sino hasta el año 1950, que trabaja en otro de sus geniales trabajos: All about Eve. Ya con
cuarenta y dos años, los pulmones llenos de tabaco, flaca y
desgarbada no podÃa hacer los anteriores papeles de mujer seductora, joven y
destructiva; ahora le tocaba parodiar en el filme lo que estaba viviendo en carne
propia: el olvido del público. Interpreta, entonces, el papel de una actriz vieja que se ve
desplazada por otra más joven y bonita. Para este momento, ya no arrancaba el odio
en el público, ahora sacaba lágrimas pues sus accesos de cólera estaban
justificados, en un mundo lleno de mediocres oportunistas.
Para el año 1960, se avecinaba el desastre: su carrera
estaba en decadencia, tenÃa serios problemas económicos, tuvo un accidente
que la hizo estar en cama seis meses y debió recluir a su hija Margo en
un sanatorio mental. Sin embargo, en el año 62 hizo, al lado de Joan
Crawford, su mejor
desempeño: Whatever Happened to Baby
Jane?, donde una actriz vieja y mediocre tortura a su hermana, la cual habÃa
quedado inválida por culpa de ésta. Este trabajo está rodeado de muchas anécdotas,
donde se destaca el acoso sexual que Crawford le hizo a Davis. Es
imposible ignorar que ambas estaban en decadencia y
esta pelÃcula las sacó a flote otra vez.
En los años setenta y ochenta, no realizó trabajos
importantes y se dedicó a actuar como anciana en
pelÃculas de misterio. En el año 78, el Instituo Americano de Cine le dio un
premio a su prolongada labor. En 1980 TodavÃa a sus ochenta años actuaba y nunca se dio por
vencida, pues el mismo año de su muerte (1989) filmó Wicked
Stepmother. Ese año, recibió el Premio de la Sociedad Cinematográfica
Lincoln Center y un homenaje en el Festival Cinematográfico de San
Sebastián.
Quince
dÃas después de esta cita, murió en ParÃs a la edad de ochenta y un años.
Sus pelÃculas más importantes son: Cautivo
del Deseo (1934), Peligrosa (1935), El muchacho Galhad (1937),
Jezahel (1938), Amarga Victoria (1939), La Carta (1940), El
hombre que vino a cenar (1941), La Loba (1941), La Extraña
Pasajera (1942), Una Vida Robada (1946), Eva al desnudo (1950),
La Estrella (1952), ¿Qué fue de Baby Jane?
(1962), Su
Propia VÃctima (1964), y Muerte en el Nilo
(1978).
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biografÃas
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